Carta de los papis de Lola después de su operación del ojo-
Querida Loli,
Hoy 18 de febrero del 2020 empieza una nueva vida para ti, espero que
entiendas que todo este camino ha sido para salvar tu ojito, aunque no lo
hayamos conseguido.
Llegaste a nuestras vidas llena de miedo y dolor,
inaccesible e incluso invisible. Caíste en una jaula del CES, y eras demasiado
pequeña para esterilizar.
Te quedaste en casa de Ana, la persona a la que le
debes estar viva, aunque tú no lo sepas, y cuando tuviste la edad se te
esterilizó. En ese transcurso de tiempo tu ojito que pensábamos que estaba mal
por algún golpe que te diste en la jaula, seguía empeorando.
Te pasabas el día escondida y no te dejabas
coger para poder tratarte. Sólo salías de tu escondite cuando no había nadie
por la noche. ¿Cómo se te iba a tratar? Todas estábamos muy preocupadas,
especialmente Ana. ¿Qué podíamos hacer?
Al final decidimos traerte a casa y
aislarte del resto del mundo. Fueron días y días de estar tu y yo solas casi 24
horas y querida Lola un día sin saber por qué decidiste quererme. A partir de
ese día empezaron tus idas y venidas al veterinario.
Te diagnosticaron una
uveítis en tu ojo izquierdo. Ya han pasado más de tres años desde entonces.
Muchos tratamientos y dos operaciones, y no conseguíamos que tu ojo mejorara.
Nos preocupaba que aparte de tu salud, sería difícil encontrar a alguien que se
interesara por ti para llevarte con ella.
Pero sabes Loli, muy en el fondo de
mi yo deseaba que nadie te quisiera porque me habías robado el corazón desde el
día que diste un paso al frente y me miraste a los ojos y me llamaste para que
te acariciara.
Hoy te hemos llevado a operar, te han quitado el ojito, ese
ojito que tanto daño te hacía y que te trajo a mí. Hoy querida Loli empieza tu
nueva vida, sin dolor y sin más visitas al veterinario. Hoy mi niña ya eres
nuestra para siempre porque te hemos adoptado.
Hay mucha gente que dice que tienes suerte de haberte
quedado en casa conmigo, y yo lo que pienso que la suerte la tengo yo de
tenerte a mi lado y de haber vivido momentos inolvidables e inexplicables, que
solo los que los han sentido lo pueden entender, un vínculo invisible a los
ojos pero que se siente en el corazón.
Espero poder compensarte todo el dolor
que has pasado y que tengas una vida feliz con nosotros.
Querida Loli, bienvenida a tu nueva vida sin dolor, bienvenida
a casa para siempre.