sábado, 16 de febrero de 2019

El hogar encantado roto


El hogar encantado roto

Aquel día Feli me lo dijo y no pude creerlo, nos cedía por una cantidad modesta una casita para poder acoger a aquellos gatitos heridos, abandonados o enfermos. Sería el hogar de tránsito hacia su hogar definitivo. 

Fueron días de entusiasmo, brochas cargadas de pintura  en mano, escaleras con gotas de pintura nos sirvieron de herramienta para prepararles un lindo lugar. Los contenedores de basura por la noche eran nuestras tiendas. Allí encontrábamos enseres que nos parecían de lujo para aquel rincón o para aquella pared. En la calle había todo lo necesario para decorar y prepararles un lugar acogedor. Aún no habíamos terminado cuando llegaron los primeros residentes. Tito y Vilma, dos hermanitos miedosos y gruñones de dos meses. Se pasaban en dia escondidos juntitos amenazando a todo el que osaba acercarse. Pronto empezaron a llegar otros: Trino inteligente y traumatizado, el loco Bambi, el dulce Bombón, Leidy la hiperactiva y la maravillosa Fati, la preñadita que parió en el hogar al día siguiente de llegar. Fati y sus bebes, que  maravillosa experiencia ver nacer y crecer aquellos maravillosos bebés. 

Poco a poco esas paredes desvencijadas se fueron llenando de calor, de juegos, risas y carreras. La casita se llenó de vida, pero también de lágrimas. Muchos fueron los que pasaron por allí para iniciar el viaje sin retorno.  Se  fueron llenos de amor y dignidad…..pero se fueron y dejaron su vacío entre todos los habitantes  de esa casita. 

Hoy nuestra alegría se ha tornado en angustia ante las dificultades. Me siento en el suelo y como siempre, vienen todos a jugar, corretean a mí alrededor con esa alegría que sienten  al estar acompañados. Mientras Gary me cepilla el pelo con sus uñas, bombón se sube a mi hombro a darme sus besos. Kin se tumba en mis piernas haciéndose un ovillito y cada uno a su manera nos demuestra su afecto y nos regalan sus juegos. La habitación se convierten en el núcleo de una actividad constante en esa casita mágica y yo los miro sin querer trasmitirles mi tristeza.

Todos han crecido con mucho amor, ese es su hogar, pero aunque ellos son ajenos a la situación, el tiempo transcurre y cada vez se agota el plazo. 

La Primavera se vislumbra y hay que marcharse pero…… a dónde?. Buscamos y buscamos, llamamos a puertas y nadie las abre. Ayuntamiento de Aranjuez ni se molesta en contestar a nuestra desesperada petición, tres años, tres largos Sos pidiendo un rincón donde acoger a aquellos a los que ellos ignoran. Patrimonio Nacional, con montones de locales, casas cerradas y terrenos baldíos. Nadie responde, ni siquiera merece un tiempo de respuesta,… para que? ¡! Son gatos ¡! Seres despreciados para muchos, invisibles  para otros, no merecen la pena, no votan, pero tienen nombres: Kin, Ross, Gary, Bombón, Gloria, Pipo, Tito, Vilma, Leidy, Vudy….. Todos juegan, duermen, viven…. Mientras, el tiempo pasa.

Todos ellos necesitan un nuevo hogar, otros muchos esperan en la calle a que les dejen un hueco en esa casita de ensueño. Todos ellos esperan sin saberlo de tu solidaridad, de la de otros, ellos no saben que su felicidad corre peligro. Mientras tanto, la casa llora en silencio ante su futura ausencia, sus paredes antes desvencijadas pero ahora rejuvenecidas porque están pintadas con su alegría, sus maullidos y sus miradas. . Ellos necesitan una casa donde seguir recibiendo un amor transitorio, dejar su puesto para los que vengan después de ellos. 

Buscamos financiación de mil formas, no podemos imaginar por un momento devolverlos a la calle, ¡! ellos no pueden volver a la calle!! , la angustia atenaza nuestra garganta, solo de imaginarlos vagando por la calle asustados y desorientados, pasando hambre y frío. 

 Buscamos……..buscamos…… y lloramos, lloramos de impotencia ante la falta de empatía, de humanidad, de responsabilidad. Solo podemos gritar ¡!! AYUDA ¡!!  Ayuda para poder lograr un lugar humilde donde devolverles la seguridad. ¡! AYUDA ¡! A aquellas personas que los aman. SOLO PIDEN 1€ al mes. ¡!! Un euro!!!.  cuanta esperanza representa esa mínima cantidad para ellos. 


Tienen nombre, derechos, y nosotras soñamos por ellos, por favor sueña con nosotros para lograrlo. ¡! Hazte Teaming ¡! Todos los meses una cantidad nos permitirá pagar un alquiler.